Capítulo II: ahora Galleguillos se ofuscó porque quería que la echen a Villamayor de diputados
El escándalo protagonizado por la diputada libertaria Griselda Galleguillos tuvo un final inesperado en la Cámara de Diputados de Salta, dejando a la legisladora visiblemente ofuscada y con un berrinche que marcó la jornada. Todo comenzó cuando la diputada Socorro Villamayor pidió disculpas por sus polémicas declaraciones en la sesión anterior, donde afirmó que Galleguillos “iba a tener que buscar sus dientes del piso” si seguía hablando de su padre, un comentario que desató un fuerte cruce entre ambas.
Villamayor, en su discurso de retractación, aseguró que las palabras empleadas durante el altercado fueron desafortunadas y ofreció disculpas tanto a sus pares como a quienes pudieron haberse sentido afectados. “Por el decoro de esta Cámara, les pido a todos mis más sinceras y sentidas disculpas”, señaló la legisladora, intentando poner punto final a la controversia. Sin embargo, el gesto no fue suficiente para calmar a Galleguillos, quien solicitó una cuestión de privilegio para exigir sanciones ejemplares contra Villamayor, incluyendo el desafuero y una denuncia penal por amenazas.
En su intervención, Galleguillos acusó a Villamayor de haberla llamado “loca” e “ignorante” y de haberla descalificado reiteradamente. “Parece que, por ser mujer, cree que está eximida de responder por sus amenazas”, expresó la diputada libertaria, en un tono cargado de indignación. Sin embargo, el cuerpo legislativo desestimó el pedido de sanciones y aceptó las disculpas de Villamayor, lo que provocó un desplante final de Galleguillos, quien abandonó la sala visiblemente molesta y lanzando comentarios que dejaron en evidencia su frustración. Así, el tema quedó archivado, pero no sin dejar en el aire el recuerdo de un enfrentamiento que puso en jaque la cordialidad parlamentaria.
