Este ministro también se va: Marcelo Domínguez, deja una crisis de inseguridad sin resolver
Con el 2024 acercándose a su fin, el gabinete provincial se prepara para cambios profundos que, según trascendió, se oficializarán entre el 4 y el 6 de diciembre. Entre los funcionarios que tendrían las horas contadas figura el ministro de Seguridad, Marcelo Domínguez, quien deja tras de sí una gestión marcada por la inacción, el deterioro de la Policía y un preocupante aumento de los índices delictivos.
Desde que asumió, Domínguez ha sido incapaz de implementar políticas efectivas en materia de seguridad. Mientras las estadísticas oficiales intentan maquillar la realidad, los salteños enfrentan una creciente sensación de inseguridad, agravada por la falta de móviles policiales, escaso profesionalismo en las fuerzas de seguridad y una notable ausencia de presencia policial en las calles. Los homicidios y el narcotráfico han ido en ascenso, y a ello se suman los hechos de autodeterminación entre efectivos, reflejo de una institución policial desgastada y sin dirección.
El mensaje desde Grand Bourg es claro: habrá cambios significativos, y Domínguez, considerado uno de los ministros más cuestionados del gabinete, ya no tiene margen de maniobra. Su salida, sea forzada o voluntaria, parece inminente. La sociedad exige soluciones reales, pero el legado de su gestión es un departamento de Seguridad paralizado y una ciudadanía cada vez más vulnerable.
