13 de febrero de 2025
Salta

La excentricidad de la Orozco: diputada libertaria usó helicóptero para ver a los originarios wichi desde arriba

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La diputada libertaria Emilia Orozco desató una ola de críticas tras su reciente visita al departamento Rivadavia, en el marco de su campaña política. La legisladora decidió trasladarse en helicóptero para recorrer municipios y parajes de extrema vulnerabilidad, como Santa Victoria Este, Santa María y Misión La Paz, territorios habitados mayoritariamente por comunidades originarias de la etnia wichí.

El gesto de Orozco, lejos de representar la austeridad que predica el presidente Javier Milei, generó indignación entre los residentes locales. Para muchos, su despliegue resultó un insulto frente a las penurias diarias que enfrentan estas comunidades, quienes viven en una de las regiones más empobrecidas y abandonadas del país. “¿Cuánto habrán gastado solo para traer un helicóptero? Con esa plata se podría haber ayudado a los chicos de las comunidades a comer”, cuestionó un referente wichí, reflejando la indignación generalizada. Las críticas se agudizan si se considera que la zona sufre una crisis social y económica crónica, agravada por el desinterés político y el abandono estatal.

El concejal de Santa Victoria Este, Andrés Echazú, también se sumó al repudio. “Es una falta de respeto. En lugar de venir por las rutas de tierra, viendo las condiciones reales en que vivimos, llega en helicóptero como si esto fuera un paseo. Esto es una burla a nuestra realidad”, sostuvo. La visita de Orozco también estuvo marcada por la controversia debido a la reciente decisión del presidente Milei de vetar la prórroga de la Ley 26.160, que protegía a comunidades originarias de desalojos en conflictos territoriales. Aunque esta medida tiene un fuerte impacto en el sur del país, las tensiones por la propiedad de tierras también persisten en el norte, particularmente en Rivadavia.

Si bien la diputada intentó comprometerse como nexo con los ministerios para atender las demandas de las comunidades, la desconfianza fue evidente. Muchas familias rechazaron su presencia, viendo en ella solo un intento de usar su precariedad como herramienta de campaña.

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