La importancia del uso del collar y la correa en nuestras mascotas
El uso de correa y el collar en nuestras mascotas no es algo habitual para ellos por naturaleza. Se trata de una práctica que el propietario debe enseñar y ser consciente de la relación que se establecerá entre ambos.
Sin embargo hay que dejar bien en claro que el cachorro debe aprender a aceptar el collar y conocer las reglas de la marcha con correa. El éxito de estos aprendizajes depende de la técnica de enseñanza y del material utilizado.
Para empezar tenemos que pensar que el collar molestará y asustará al cachorro, el cual intentará deshacerse de él y. Por eso el collar deberá ser liviano y no hacer ruido. Tenemos que desechar colgantes, cascabeles y campanillas, lo mismo que el collar de metal cuyas estructuras que rodean el cuello son demasiado ruidosas y movibles.
La mejor opción es comprar collares de cuero o polipropileno, plano o redondo; para que el perro se acostumbre a llevarlo, conviene ponerle de a ratos, para impedir que se produzcan reacciones de pánico, hay que hacerlo jugar al perro, así asociará pronto el juego con el collar.
Este objeto se convertirá después en un accesorio indispensable para el aprendizaje de la marcha con correa, ya que se convertirá en el elemento de contacto con el dueño y transmitirá materialmente los impulsos y las informaciones que este último envíe al perro.
Ahora que nos ocupamos del collar, pensemos en la correa. Esta tiene dos efectos en el comportamiento del perro, por una parte podrá originar unas reacciones de miedo, ya que limita sus movimientos y le impide cualquier posibilidad de huida. Por otra parte, el hecho de mantener una situación de proximidad favorecerá su manejo.
Las correas pueden ser cortas o muy largas, depende el uso que se le quiera dar y el tipo de animal que uno quiera sujetar, enseñar o llevar. Las cortas que constan de un mosquetón y un trozo de correa, generalmente se usa en perro de gran porte, para llevarlo más pegado a uno. Las largas se usa, generalmente en las razas de pequeño porte o para realizar aprendizajes, así el perro tiene más libertad de movimientos y aprende mejor las órdenes que se le imparte.
Si hablamos de material, lo ideal es que sean de cuero, las de cadena, pueden llegar a dañar los dedos o manos cuando en animal tira. La medida que más se recomienda es de 1 metro o 1,20 metros, hay que llevarla de modo que no esté tensa y permita transmitir las órdenes.
Marcha con correa
Ahora si estamos listos para empezar a marchar con nuestro mejor amigo. Antes que nada, nuestra mascota debe estar siempre a un lado del dueño, por lo general se recomienda del lado izquierdo para los diestros.
El dueño deberá tener conciencia de que el medio circundante es muy estimulante. Para mantener la atención del perro habrá que hablarle, darle ligeros golpes en los muslos como si se fuera a jugar, es decir, parecer más interesante que el entorno.
Cuando el perro tienda a pasar delante del dueño, detener el avance con una orden como “no” y una tracción brusca de la correa, tracción que inmediatamente se debe relajar. No hay que pelear con el perro, sino simplemente detener el movimiento de avance.
Y recuerda que el perro que marcha bien con la correa, debe ser recompensado.