Minería en la Puna Salteña: sociedades ilegales y explotación encubierta
Desde hace tiempo se sabe cómo las empresas mineras en la puna salteña evaden sistemáticamente sus responsabilidades, desde eludir el trabajo registrado hasta establecer sociedades ilegales, todo con el objetivo de minimizar costos. Lo más preocupante es que estas prácticas no solo eluden los controles estatales, sino que también perpetúan condiciones laborales precarias para los salteños empleados. En lugar de mejorar la calidad del trabajo local, algunas mineras prefieren disfrazar estas prácticas ilegales bajo estrategias legales dudosas, como la falta de control ambiental y la creación de sociedades irregulares.
Es alarmante cómo ciertas obras son adjudicadas o tercerizadas a empresas locales sin la capacidad necesaria, solo para terminar asociadas posteriormente con entidades en Buenos Aires que cuentan con accionistas coreanos o chinos. Este proceso desvía tanto la riqueza como los beneficios económicos y laborales de la provincia y los municipios hacia las mineras, las cuales cuentan con el apoyo de redes locales para evadir las leyes.
El uso estratégico de sociedades integradas por accionistas surcoreanos, muchas bajo el amparo de figuras legales como la Sociedad por Acciones Simplificada (SAS), es una clara violación de la ley de promoción minera, la cual prioriza a las empresas locales para los servicios y obras relacionadas con la minería. Estas sociedades, con contratos a largo plazo y dedicadas a la construcción y otros servicios clave para la minería, operan con trámites simplificados para eludir aún más la supervisión estatal.
Además de las irregularidades en la constitución de empresas, la llegada masiva de coreanos con sus familias a Salta bajo diversas condiciones migratorias, a menudo irregulares, está exacerbando los problemas sociales y económicos locales. Esta situación no solo afecta la integridad de la comunidad local, sino que también diluye los derechos de ciudadanía y los beneficios económicos que deberían beneficiar a los salteños. Cuidado, que la producción minera irregular en Salta no solo desvirtúa las leyes y perjudica a los trabajadores locales, sino que también socava la economía y la cohesión social de la región, desviando recursos y oportunidades que deberían ser para el desarrollo sostenible y equitativo de la comunidad.