Muerte, condiciones inhumanas de trabajo, gremios que miran al costado y mineras impunes
Desde hace varios días, se están ventilando las condiciones precarias en las que trabajan los mineros, y también como apenas aguantan el clima adverso. Las denuncias públicas destacan los problemas de salud, dos muertes y como las mineras hacen lo que quieren en la Puna. En el Proyecto Mariana, ubicado en el Salar de Llullaillaco y propiedad de la empresa china Ganfeng Lithium, se registró un nuevo fallecimiento. Esta vez, la víctima fue un trabajador de 55 años que desempeñaba labores como oficial albañil para la empresa contratista Vicente Moncho Construcciones. Lamentablemente, perdió la vida debido a condiciones laborales que muchos consideran negligentes y peligrosas.
La empresa Mansfield también enfrentó críticas recientemente cuando un obrero de 26 años perdió la vida en la Mina Lindero tras un accidente con una de las máquinas. Sus familiares acusan a la empresa de ser responsable de este trágico incidente.
El trabajador fallecido en el Proyecto Mariana había estado sufriendo de malestares generales que parecían indicar una enfermedad respiratoria. Aunque recibió atención del personal médico del lugar, las medidas tomadas inicialmente no parecieron adecuadas ni oportunas. Los trabajadores de la mina han denunciado repetidamente las condiciones inhumanas en las que se ven obligados a trabajar. Residen en un lugar conocido como La Villa, que carece de comodidades básicas para enfrentar las duras condiciones climáticas, como la falta de agua caliente. Además, con solo tres baños disponibles para más de cien empleados y ubicados a gran distancia de las habitaciones, la mayoría presenta problemas respiratorios, afectando hasta el 90% de la plantilla.
Llama la atención que los sindicatos de estos trabajadores, de la construcción, gastronomía, y minería, sólo atinan a mencionar que fueron hechos aislados ocurridos en la puna salteña.
