Promesas y dudas en el futuro de Cafayate con un Plan Estratégico lanzado por Guevara
El anuncio del Plan Estratégico Cafayate (PECafa) por parte de la intendenta Rita Guevara genera escepticismo entre los vecinos de la ciudad. Aunque se presenta como una iniciativa ambiciosa para el desarrollo integral de Cafayate en los próximos diez años, muchos ciudadanos expresan dudas sobre su viabilidad y efectividad real.
Uno de los puntos críticos señalados es la falta de claridad sobre la fuente de financiamiento para llevar a cabo estos proyectos. Con las arcas municipales ya comprometidas en el pago de sueldos y operaciones básicas, surge la incógnita sobre cómo se financiarán las mejoras de infraestructura y las iniciativas educativas y turísticas propuestas en el plan. Se menciona la posibilidad de gestionar fondos a través de distintos niveles gubernamentales o fideicomisos, pero esto no está respaldado por detalles concretos ni compromisos financieros firmes.
Además, la falta de resultados visibles en el pasado genera una incertiduembre adicional. La promesa de transformar las veredas céntricas, que han sido un problema durante décadas, se interpreta más como un acto simbólico que como una acción concreta. Los vecinos esperan resultados tangibles en un plazo razonable, especialmente considerando la historia de promesas incumplidas y proyectos estancados en la región.
Las tensiones existentes entre la intendenta Guevara y varios sectores claves en esta comunidad, incluidos empresarios, vecinos y su entorno político, también afectan la percepción del plan. La falta de apoyo y colaboración puede obstaculizar la implementación efectiva del PECafa, ya que la ejecución exitosa de un plan estratégico requiere un amplio consenso y cooperación. Sin contar que la señora Guevara, no es afín al buen dialogo.
Mientras el PECafa aspira a ser un catalizador para el progreso de Cafayate, la falta de transparencia financiera y los antecedentes de desafíos políticos y sociales plantean serias inconvenientes sobre su capacidad para materializar sus objetivos y cumplir con las expectativas de la comunidad a largo plazo. Los cafayateños esperan respuestas concretas y acciones visibles que demuestren un verdadero compromiso con el desarrollo sostenible y equitativo de su ciudad. Que no quede en simples presentaciones demagógicas, y vanas especulaciones para justificar lo que no se hace.