26 de julio de 2024
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El Calafate ofrece una inédita ventana de precios más accesibles para los argentinos

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Las tarifas un poco más amigables por la falta de extranjeros buscan atraer al público local; se espera que esta disminución de precios se extienda hasta octubre del año que viene

Era principios de marzo de 2019 y El Calafateese paraíso al borde del Lago Argentino que tiene un glaciar del tamaño de la Capital Federal en su jardín del fondo, se preparaba para redondear la mejor temporada de su historia. Al estallar la pandemia, la ciudad se transformó en un pueblo fantasma, con persianas cerradas y hoteles sin perspectivas claras de volver a abrir. Hasta ese momento, el destino tenía una identidad muy definida: el 80% de los pasajeros que llegaban (o más, dependiendo del mes) eran extranjeros y la economía local se movía en dólares: las excursiones, los transfers, la hotelería y hasta las propinas de los guías se pagaban en billetes verdes. La novedad fue que, a principios de 2021, en la primera temporada alta pospandemia, El Calafate se encontró de cara a un público que nunca había sido mayoría (y que veía a este destino como privativo en términos económicos): los argentinos. Y, paradójicamente, es a ellos a quienes deberá atraer ahora para que el destino salga adelante.

En El Calafate funcionaban hasta antes de la pandemia cerca de 200 hoteles, con 8500 camas en total, y restaurantes con 5500 cubiertos. A fines de 2020, cuando la maquinaria turística volvió a mover sus engranajes, casi la mitad de los empleados del sector turístico se había marchado y la mayoría de los hoteles dudaban si abrir sus puertas (algunos lo están haciendo recién este mes). De las 25.000 personas que vivían en la ciudad, se estima que 4000 partieron durante la pandemia.

La “buena noticia” para el turismo nacional fue que, desde fines del año pasado, El Calafate se convirtió en un destino posible para el bolsillo argentino. Como ejemplo, algunas hosterías que cobraban 80 dólares una habitación doble hasta fines de 2019 pasaron a venderla a 35 dólares en la primera temporada turística pospandemia; se llegaron a ofrecer tarifas promocionales de 3500 pesos la noche en Los Álamos, un icónico hotel cuatro estrellas de la ciudad. Según fuentes consultadas por LA NACION, la gran mayoría de los hoteles bajaron sus tarifas entre un 20 y un 30 por ciento para este verano en relación a valores prepandémicos.

En sintonía, las aerolíneas ofrecieron descuentos y cuotas sin interés para aliviar el hecho de que los pasajes a El Calafate son caros en comparación a otros destinos patagónicos como Bariloche o Neuquén (por encima de los 35.000 pesos en promedio, en Aerolíneas Argentinas, según la época del año). Un dato extra es que, a partir de noviembre, la aerolínea low cost JetSmart sumará una frecuencia entre Aeroparque y El Calafate, para totalizar tres vuelos por semana, con la promesa de tarifas promocionales durante todo el verano.

Tres días no alcanza

El éxito de la primera edición del PreViaje convirtió a El Calafate (a la provincia de Santa Cruz, para ser más precisos) en el tercer destino más elegido del país, según cifras oficiales. “Fue una medida inteligente y nos ayudó a que en noviembre tengamos una ocupación en hoteles de entre 50 y 60 por ciento”, explica Adolfo Santiago Jansma, presidente de la Cámara de Hotelería, Gastronomía, Comercio, Turismo, Industria y Actividades afines de El Calafate, que está lanzando el slogan Tres días no alcanza para promocionar la ciudad.

El éxito de la primera edición del PreViaje convirtió a El Calafate (a la provincia de Santa Cruz, para ser más precisos) en el tercer destino más elegido del país, según cifras oficiales

Dos años atrás, el mes de noviembre era la época en que franceses e italianos copaban la ciudad y casi el 100% de su capacidad hotelera. Pero este fin de año tiene matices muy particulares. “Aunque abran las fronteras ahora no es que va a llegar el turismo internacional en el corto plazo; por lo pronto, creemos que esta temporada nos vamos a manejar mayormente con público nacional y la ocupación va a rondar el 65%”, entiende Karina Isse, manager del hotel Lagos del Calafate.

En una línea parecida opina Diego González, gerente del hotel Design Suites: “Para los argentinos la posibilidad de venir con precios bajos va a durar hasta la próxima temporada alta, en octubre de 2022″, afirma. Según González, ese portal de precios bajos se cerrará en octubre del año que viene, cuando las tarifas estén completamente recuperadas y alcancen su valor histórico en dólares.

Hay que tener en cuenta que en El Calafate existen tres temporadas bien definidas: la baja, entre mayo y agosto -exceptuando las dos semanas de vacaciones escolares; la media, entre marzo y mayo y entre agosto y octubre; y la alta, entre octubre y abril. En el mes de enero se da la mayor afluencia de público argentino (al menos eso pasaba hasta antes de la pandemia). En tanto, entre noviembre y febrero llega el mayor caudal de turistas europeos. Y esa es la gran pregunta que se hace todo El Calafate en este momento, desde taxistas hasta guías, dueños de restaurantes y hoteleros: “¿Van a venir?” (los extranjeros).

Sin gastar una fortuna

“Casi me había olvidado de guiar en español”, se ríe Daniela, guía de la empresa Hielo & Aventura, que ofrece un safari náutico para ver las fantásticas paredes del glaciar Perito Moreno desde el agua. Ese día, en el barco, sólo seis argentinos la escuchan. Dos años atrás, esa escena era impensada porque el navío hubiera estado invariablemente repleto de europeos, norteamericanos o japoneses. El idioma inglés reinaba a bordo.

En El Calafate existen varias excursiones -los clásicos- que son difíciles de afrontar para el público argentino. La primera es el minitreking sobre el glaciar, que cuesta cerca de 25.000 pesos. Es decir que una familia de cuatro personas (todos mayores de 15 años) debería pagar 100.000 pesos para hacer la excursión. La segunda es una navegación de todo el día a los glaciares Spegazzini, que ronda los 15.000 pesos por adulto; o la excursión en kayak por las aguas que rodean al Perito Moreno, a 15.900 pesos por persona.

Sin embargo, desde la Cámara -y la Secretaría de Turismo provincial- están intentando que el slogan Tres días no alcanza englobe una cantidad de programas que no implican gastar un dineral en excursiones y van más allá del clásico minitreking. Este abanico de excursiones, en el rango de los 3000 a 7000 pesos por persona, incluye desde el safari náutico al glaciar -cuesta 3000 pesos por cabeza- hasta cabalgatas, kayak por el Lago Argentino, bicicleteadas en la montaña o visitas a estancias legendarias, como la de Nibepo Aike, así como un gran menú de caminatas (como la del Cerro Cristal) para las que no hay que pagar un peso.

“Lo cierto es que El Calafate recién se está reactivando y es difícil saber si todo va a ser como hace dos años, ni tampoco si los precios van a volver a valores de antes de la pandemia”, analiza Andrea Lorenzo, coordinadora general de la Cámara de Comercio local.

Mientras tanto, el aventón del PreViaje y las tarifas más amigables invitan al público argentino a descubrir un paraíso que hasta hace dos años parecía vedado para la gran mayoría. El portal de precios bajos está abierto y, según las fuentes consultadas, durará hasta octubre del año que viene. O, quien sabe, hasta que empiecen a llegar los extranjeros.

Tarifas de vuelos y excursiones

  • Vuelo en Aerolíneas Argentinas durante noviembre $35.476
  • Valor del taxi desde el Aeropuerto de Calafate al Centro $1500
  • Alojamiento. . Tarifa promedio habitación doble hotel 4 estrellas desde US$90
  • Ingreso al Parque Nacional Los Glaciares $530 (adultos)
  • Mini-treking sobre el Glaciar Perito Moreno $25.000
  • Excursión en Kayak Lago Argentino $ 4750
  • Navegación Glaciar Spegazzini/Upsala $15.500
  • Safari náutico al Perito Moreno (una hora) $3000
  • Día de campo Estancia Nibepo Aike (incluye almuerzo) $7000
  • Excursión Lagos y Cavernas (con traslado y cena) $6500
  • Cabalgata corta en El Calafate $4200